Mindfulness en el aula

Martes, 13 Noviembre, 2018

En los últimos cursos, en el CEIP La Senda hemos iniciado un camino hacia la introducción de prácticas en el aula que se ha demostrado científicamente que tienen un poderoso impacto en el desarrollo cerebral del alumnado. Puede sera a primera hora de la mañana o después del recreo o antes de un examen. Cualquier momento es apropiado, aunque esos son algunos de los que hemos elegido como prioritarios para practicar Mindfulness en el aula. Se trata de ayudar a los niños y niñas a prestar atención al aquí y ahora utilizando su respiración como vehículo para calmar, serenar, disfrutar. Siempre  atendiendo a los fundamentos de esta práctica cuya traducción hace referencia a la atención plena y que implica unos principios basados en no juzgar, tener paciencia, mostrar mente de principiante, confianza, aceptación, auto compasión, amabilidad.

    Es de sobra conocido que tanto el Yoga como el Mindfulness son disciplinas orientadas a trabajar el equilibrio personal y el autocuidado, así como la aceptación y el amor por uno mismo y por los demás. Son prácticas que buscan explorar sensaciones, así como la armonía entre el cuerpo y la mente, entre el ser y el estar. 

    Además, en nuestro centro hemos planteado otros objetivos que creemos podemos conseguir a través de estas prácticas saludables y que detallamos a  continuación.

A través del YOGA:

  • Trabajar la concentración
  • Potenciar el desarrollo personal
  • Promover la convivencia entre iguales
  • Aprender a cuidar y querer nuestro cuerpo
  • Desarrollar la paz interior
  • Mejorar hábitos de respiración
  • Favorecer una autoestima positiva: aprender a quererse

A través del MINDFULNESS:

  • Conciencia plena
  • Atención al presente
  • Practicar la autocompasión
  • Aprender a relajarse
  • Disfrutar el momento
  • Comprensión mutua
  • Desapego
  • Mejorar la atención y concentración
  • Convivencia pacífica

Es fundamental instalar el hábito como parte de su rutina diaria, puesto que los efectos de la práctica se observan a largo plazo. Por ello, nos hemos propuesto sentar las bases en nuestro alumnado de una técnica que puede acompañarles y ayudarles a lo largo de su vida. De hecho, hemos preparado nuestro propio manual con meditaciones guiadas que sirvan como recurso de apoyo a todo el profesorado del colegio que lo trabaje en su aula.                                                                                                                  

Si bien es cierto que incluir una sesión de Yoga completa en el día a día de la rutina escolar a veces resulta complicado, sí que procuramos introducirlo de manera simultánea a la práctica del Mindfulness a través de algunas de las meditaciones guiadas que les proponemos. 

    Por otra parte, aunque no se hagan prácticas completas de yoga a diario debido a las  limitaciones de tiempo inherentes al currículo, sí que procuramos que su filosofía de autocuidado y respeto por uno mismo y por los demás nos acompañe. No obstante, el profesorado dispone de la opción de solicitar al Equipo de Orientación y Apoyo la realización de una sesión de Yoga de entre 45 minutos y una hora cuando lo estimen oportuno, tal y como ya se hizo el curso pasado en el tercer trimestre.

    La capacidad innata de prestar atención y disfrutar de las pequeñas cosas que suceden  en el aquí y ahora, están presentes en nosotros desde muy temprana edad y es una cualidad que parece que vamos perdiendo poco a poco según nos vamos haciendo adultos. Sin embargo, dicha cualidad encierra una de las claves del bienestar y nos permite pensar en el presente sin sentirnos esclavizados por nuestro pasado ni ahogados por la incertidumbre que encierra el no saber lo que el futuro nos pueda deparar. Al fin y al cabo, el camino se construye con cada paso que damos y debemos ser plenamente conscientes de cada uno de ellos y disfrutarlos con mente abierta.

Tanto el Mindfulness como el Yoga son herramientas que la ciencia ha demostrado que son eficaces para gestionar emociones problemáticas como la ansiedad o el estrés tan típicas de la sociedad en la que vivimos. Cuanto antes dotemos a los niños y niñas de técnicas útiles para afrontarlos, antes les estaremos preparando para la vida. Según decía el Dalai Lama, “si enseñáramos a meditar a cada niño de 8 años, acabaríamos con la violencia en una generación”. Si esa frase encierra una mínima verdad, le debemos a nuestro alumnado intentarlo.